¿Qué es?
Visita semestral que combina revisión, limpieza suave y barniz de flúor para niños.
Las visitas regulares al dentista durante la infancia no solo previenen problemas dentales: son clave para construir una base sólida de salud oral que acompañará al niño durante toda su vida.
¿Cómo lo realizamos?
Detectamos caries tempranas con luz láser y radiografías, limpiamos placa pigmentada y aplicamos flúor para fortalecer los dientes en erupción. Explicamos técnicas de cepillado adaptadas a su edad.
La caries dental es una de las enfermedades crónicas más comunes en niños. Las visitas regulares permiten:
– Detectar caries en etapas tempranas, cuando aún no causan dolor.
– Aplicar flúor y sellantes que fortalecen el esmalte y lo hacen más resistente.
– Enseñar técnicas de cepillado y limpieza adaptadas a la edad del niño.
Prevención es mejor que tratamiento. Detectar un problema a tiempo evita tratamientos más complejos, dolorosos y costosos.
¿Por qué deberías hacerlo ahora?
Previene caries y problemas ortodónticos, crea hábitos saludables y reduce intervenciones futuras. Una inversión mínima que ahorra tratamientos costosos y mantiene la confianza del pequeño paciente.
Cuando las visitas son regulares y no dolorosas, el niño asocia al dentista con un lugar seguro y amigable. Esto:
– Reduce el miedo o ansiedad en consultas futuras.
– Facilita que coopere y se deje examinar o tratar con confianza.
– Fomenta una actitud positiva hacia su salud.
Un niño que no le teme al dentista será un adulto que cuida su salud oral.